Las empresas manufactureras pueden mejorar su competitividad mediante la innovación y/o la mejora continua. La innovación tecnológica consiste en generar y asignar mejoras espaciadas en el tiempo pero no de forma continua, sino intermitente y con incrementos bruscos o escalonados de inversión en un momento determinado como por ejemplo la compra de una maquinaria para ampliar la capacidad productiva o la automatización de un proceso de producción, el diseño y montaje de una nueva planta de fabricación. etc.
En cambio la mejora continua consiste en realizar mejoras graduales en los procesos, con continuidad en el tiempo, menor impacto en el costo de inversión, debido a que al ser un proceso gradual se priorizan las acciones de mejora que requieren de desembolsos de dinero mediante la aplicación de herramientas que permiten asignar esta priorización con un determinado criterio. Además la mejora continua está sustentada en una filosofía de trabajo sistemática, metódica y con un nivel de análisis riguroso pero a su vez práctico en el que participan diferentes actores de una empresa y en todos los niveles jeráquicos. De esta manera las acciones que se implementan presentan solidéz y alta probabilidad de éxito a un bajo costo, comparado con una inversión tecnológica que quizás se realice sin haber transitado primero un camino de análisis y optimización de los recursos existentes antes de decidir sobre una determinada inversión, por ejemplo para aumentar la capacidad productiva de un proceso.
Con lo mencionado anteriormente no se afirma que al transitar un camino de mejora continua el costo económico será nulo, sino que será menor y se hará de forma mas gradual que al implementar la innovación radical en los procesos, porque el capital utilizado para resolver problemas es en mayor proporción la capacidad intelectual y experiencia de las personas.
Lograr una correcta excelencia en la fabricación de un determinado producto o en la prestación de un servicio se basa en conceptos de mejora continua que generan los sitguientes beneficios al impulsar su implementación:
1- Involucramiento de todo el personal para resolver problemas y sugerir mejoras.
2- Mejora en los factores críticos de satisfacción de los clientes: costo, calidad, tiempo de entrega.
3- Mayor control en el funcionamiento de los procesos para lograr una mejor calidad de los productos y servicios obtenidos.
4- El personal se encuentra alineado e informado con las necesidades de los clientes y con el grado en que se encuentran satisfechas.
5- Se hace énfasis en la reducción de los tiempos muertos en los procesos con el fin de incrementar la flexibilidad y reducción de plazos de ejecución y entrega a los clientes.
6- Todas las áreas de trabajo se encuentran mejor organizadas, ordenadas y limpias.
7- Se reduce considerablemente el inventario innecesario ya que representa un costo de oportunidad.
8- Estandarización de los procesos productivos, administrativos y de servicios.
9- Cambio cultural en la forma de pensamiento y actuación del personal hacia un modelo de trabajo ordenado y eficiente.
10- Mayor motivación del personal al ser incluido en sugerencias y aportes que puedan realizar y tengan impacto en el negocio.
11- Mayor sentido de pertenencia del personal.
12- Mejora el funcionamiento de los sistemas de producción, logrando como consecuencia mayor productividad y eficiencia en los procesos.
13- Disminución de costos directos e indirectos.
14- Involucramiento del personal operativo en ciertas tareas de mantenimiento de la maquinaria que opera.
15- Mejora de la seguridad de los trabajadores.
16- Mejora en la calidad de los productos y servicios.
17- Mayor compromiso de la gerencia y dirección con la propulsión del cambio de paradigma hacia nuevos métodos de trabajo.
18- Mayor capacitación del personal.
19- Disminución de los reprocesos y actividades que no generan valor ni para la empresa ni para los clientes.
Como conclusión la lógica para resolver un problema existente, ya sea de productividad, calidad, eficiencia, costos, etc, consiste en que primero la empresa debe analizar la posibilidad de optimización y mejora del funcionamiento interno de la misma con los recursos existentes y al menor costo posible. Una vez alcanzado el nivel máximo de funcionamiento posible con los recursos disponibles y dicho logro aún no alcanza para cumplir el objetivo deseado, recién en ese momento se debe pensar en una inversión de gran escala para ampliar la capacidad de trabajo. Si se dá un salto en innovación sin haber mejorado los procesos existentes previamente, no se estaría siendo eficiente en cuanto al uso óptimo de los recursos y a su vez se generaría un costo de oportunidad al comprar por ejemplo una máquina que en determinado momento no era necesaria.
La implementación de un modelo de mejora continua requiere principalmente de un compromiso y convencimiento de la dirección de una empresa para que el resto de los niveles organizacionales y sectores de trabajo se puedan alinear y además entiendan el motivo de un determinado cambio en las políticas y métodos de trabajo. Las personas que forman parte de la empresa deben estar comunicadas continuamente para que se sientan parte de la misma y en definitiva sean aliados al cambio. Por esto mismo la capacidad de comunicación y liderazgo de los directivos y gerentes es un factor crítico.
Si se adopta un nuevo modelo de trabajo en mandos medios o mandos mas bajos de una empresa, que no fue primeramente validado y analizado por la alta dirección, dicho modelo tendrá una alta probabilidad de fracaso porque el mismo no estaría considerado dentro del plan estratégico.